14 diciembre 2010

Adiós, Enrique Morente


Si yo encontrara
la estrella que me guiara,
yo la meteria
muy dentro de mi pecho
y la venerara,
si encontrara la estrella
que en el camino me alumbrara.

Como relámpago de fuego fuiste
que en mi sentimiento entraste.
Dejaste encendido el fuego
y entre llamas me dejaste.

Puede que eso de decir "siempre se van los mejores" suene a topicazo, pero esta vez es cierto. Ayer, 13 de diciembre, nos dejaba Enrique Morente, grandioso artista y mejor persona. Ingresaba el pasado día 4 para una operación (algunas fuentes hablan de cáncer de esófago, otras de úlcera) y tras varias complicaciones nos dió el adiós definitivo.

Hubiera cumplido 68 años el día de Navidad. Y tal y como decía él mismo en una entrevista reciente; le quedaban muchas cosas por hacer. De esas personas que debido a su constante actividad da la sensación que siempre van a estar ahí. No pasaba un año sin saber de él. Desde sus propios proyectos, en forma de grabaciones de estudio, largas giras o documentales hasta sus infinitas colaboraciones con músicos de todo tipo y pelaje.

De otro planeta parecían venir los rumores de su colaboración en Valencia con la banda de rock norteamericano Sonic Youth, pero ¿de que galaxia provenían entonces sus colaboraciones con "Las voces búlgaras", con la Orquesta andalusí de Tetuán, su adaptación del "Quijote", el ballet "Obsesión" en Canadá...


No fue un niño prodigio como Camarón, lo suyo fué mas una labor de investigación, aprendizaje y disciplina con las que se ganó el respeto de su primer maestro. Pepe el de la Matrona, que bebió a su vez de los antiguos maestros, siendo discipulo de Don Antonio Chacón.

En esta linea debutó con dos grabaciones de estudio "Cante flamenco" y "Cantes antiguos del flamenco" en 1967, que hoy siguen siendo discos de referencia en el mundo del flamenco mas puro.

Una larga y prolífica carrera, con 22 discos publicados, en los que empezó a innovar desde su encuentro con el guitarrista Manolo Sanlucar, hasta sus últimas grabaciones con artistas ajenos, en principio, al mundo del flamenco. Todo esto le granjeó, como es natural, las críticas de los mas puristas. Pero también la admiración del público ajeno a los formalismos modales y de los musicólogos, que se frotaban las manos a cada vuelta de tuerca que le daba el maestro a su música.

Con un ojo puesto en el flamenco y el otro en el mundo del arte en general. Supo combinar, siempre con maestría la literatura, en verso y prosa, desde textos clásicos de Góngora o Cervantes, hasta la poesía-ficción de Val del Omar, la arquitectura de su querida Alhanbra, el sentir de Andalucía o la pintura de su admirado Picasso.

Y en esto último andaba. Grabando el documental "El barbero de Picasso" con Ruiz Barrachina. Esta era la nueva obra de Morente, en la que, como ya hizo con Lorca, Miguel Hernández y el propio Picasso en "Pablo de Málaga", ponía voz a los poemas y obra del pintor. Con esta grabación, por lo menos, pudo cumplir uno de sus sueños, que era cantar ante el "Guernica", en el suelo frente a él... y lo hizo... y lo pudo ver. Contaba ayer Ruiz Barrachina en Radio3, como el día anterior a ingresar en la clínica, Morente y su mujer pudieron ver la grabación del tema, con al intención de pensar dónde meter palmas y dónde los cajones durante los días de recuperación en el hospital.

Mucho es lo que se puede decir de Enrique Morente, y creo que digamos lo que digamos siempre nos quedaremos cortos. Porque Morente es lo que transmite con su obra, y a veces, muchas veces, se hace difícil describir con palabras esa sensación que te recorre el cuerpo cuando escuchas esa voz, ese relámpago de fuego que te eriza el vello, que se apodera de tu sentimiento y, después de dejar encendido el fuego, te hace llorar.

Texto: Lady Perrunilla, Dr. Jarri y Joven Frodo
Foto: de aquí (scannerfm.com)


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