Un concierto en un palco de un teatro es cuando menos, una experiencia diferente (gracias por las entradas B). Y si ya el grupo que lo hace es
Wilco, la cosa promete un final feliz. Pero ni en el mejor de los casos esperaba lo que estábamos a punto de presenciar.
La velada tenía como aperitivo a los
Akron Family, unos chicos de Brooklyn que deben de tener algún antecedente indio, o de pequeños han debido de pasar sus veranos en campamentos hippies. Si no, no se explica lo que hacen: una total libertad de meter palmas, cantar a coro, tocar flautas y ruidos varios. Vamos, que hacen lo que les da la gana, sin reglas, y encima se divierten que no veas. Fue bastante corto, menos de media hora en la que tocaron tres temas nuevos del muy recomendable disco que acaban de publicar "
Set'em wild, set'em free" y también la maravillosa (nunca me cansaré de ella) "
Ed is a Portal". Supo a poco, pero al menos pudimos hablar con ellos tras su concierto (son bastante majos) y comentar su actuación del año pasado en
Moby Dick, donde se marcaron un conciertazo.
Los Akron Family, tras el concierto.
Pero el plato principal que habían ido a degustar todos los comensales al teatro era
Wilco. No sé el resto de la audiencia, pero yo esperaba un concierto lleno de medios tiempos, de esos que abundan en el "
Sky, blue sky" (para mi, el disco más flojo), por eso de que el teatro puede ser el lugar ideal para apreciar los matices de las piezas más calmadas. Y así empezaron con "
Sunken Treasure" y
Tweedy, con su guitarra acústica, armónica y su voz suave, cantando:
"I am so
Out of tune
With you"
que reconozco me puso el alma en vilo. La forma en la acaba la canción, con la distorsión y el piano aporreado, diciendo "
I got my name from rock and roll", anticiparon por donde iba a ir el resto de la noche. Como segunda canción presentaron "
Wilco, the song" que abre el albúm que está a punto de publicarse. Y a partir de ahí se centraron en los temas de "
A ghost is born" (hasta ocho canciones) y "
Yankee Hotel Foxtrot" (4 temas), los discos que cambiaron y rompieron el country.
Wilco, en acción.
Especialmente conmovedora fue "
I am trying to break your heart", y antes de los bises cayeron los 10 minutos de krautrock de "
Spiders", con el público totalmente entregado, abandonando la inmovilidad de sus asientos y puestos en pie para bailar. Con los dos bises llegaron a las dos horas y cuarto de concierto, y en resumen, nos hicieron bailar como descosidos, nos hicieron gritar dentro del teatro como si estuviésemos en el fútbol, y cerraron con "
I'm a wheel", mientras nosotros nos dejábamos las manos en aplausos y la voz en gritos de reconocimiento y admiración.
Conciertazo de los de recordar siempre.
Texto: Sarah
Fotos: Stablemate