16 diciembre 2010

Morente, según Mordor

Lágrimas por Morente.
Por Lanuski

Han pasado bastantes años desde que vi a Morente por primera vez en directo. Ocurrió durante el festival Espárrago Rock del año 98, cuando todavía se celebraba en Granada. En aquella ocasión pudimos verle hacer doblete, primero con Lagartija Nick y esa maravillosa simbiosis que crearon un par de años antes: el Omega, y al día siguiente (si no recuerdo mal) en solitario, aunque no es que estuviera solo en el escenario, que siempre supo acompañarse de grandes músicos.

Debo decir, que aunque no era la primera vez que escuchaba flamenco (en mi familia siempre ha habido bastante tradición), si era de las primeras que lo hacia en directo, y la experiencia resulto IMPRESIONANTE. Y aunque el paso del tiempo ha borrado bastantes imágenes de aquellos dos conciertos, se me eriza todo el vello del cuerpo solo con pensar en ellos.

Tanto es así, que el año pasado, cuando volvieron a editar el Omega y tocaron en Madrid, decidí repetir para poder volver a sentir, aunque solo fuera un poco, las sensaciones de aquel lejano Espárrago del 98. Y no solo se repitieron el vello erizado y la emoción de estar viendo algo irrepetible, si no que surgieron, además, las lágrimas. Lágrimas de alegría, de tristeza, de rabia, de desamparo…

Lágrimas, como las que se deslizan por mi rostro mientras escribo estas líneas pensando que ya no está. Lágrimas por bulerías, por alegrías, por soleás… por poesía.



El significado de Morente.
Por Lady Perrunilla

Para mí, además de lo que representa Morente en el mundo del flamenco y de la música en general (ha tocado con Sonic Youth, Pat Matheny, Sabicas, Lagartja Nick...), personalmente significa mucho también. He de reconocer que cuando de verdad descubrí a Morente fue con el Omega, lo cual realmente me dejó petrificada en el sillón; escuchar  "Manhattan" y darte cuenta de que te gusta más esa versión que la del gran Leonard Cohen te hace pensar que este tipo no es un flamenco más, es un artista, todo lo que "toca" se convierte en arte, como el Rey Midas de la música. Escribo esto mientras escucho de nuevo este disco, y no me creo que nos haya dejado. Cuando la música forma parte de tu vida, y los recuerdos tienen banda sonora, no puedo negar que muchos tienen a Morente de fondo... mis viajes a Granada con las vistas de la Alhambra, muchos días de primavera soleada paseando por Madrid con el Omega cargado en el mp3, este verano paseando por NYC...

En fin, que poco más puedo decir de este gran hombre, lo mejor lo dice el mismo con su música. Gracias Morente por lo que nos dejas.


Solemnidad, riesgo, tradición. Emoción.
Por Dr. Jarri

Morente no era como Camarón. De los dos se ha dicho que renovaron el flamenco. Y es cierto, a mi entender. Pero eran tan distintos. Los dos cantaron a Lorca, pero desde lados opuestos de la disciplina. Lo que hubiera dado por asistir a uno solo de aquellos "mano a mano" en los que actuaron juntos en los ochenta.
Siendo mas "camaronero" asistí a un recital de Morente en el "San Juan Evangelista" no recuerdo en que año, y entendiendo por las críticas que escuché a mi alrededor que aquella no había sido una de las tardes mas brillantes del maestro, salí profundamente impresionado con su presencia y su forma de cantar. Solemnidad.

En la última hoja del libreto de Omega, el legendario disco en colaboración con la banda de rock Lagartija Nick, se puede ver una foto en la que aparecen sentados conversando Enrique Morente y Leonard Cohen.


Siempre me ha intrigado esta foto. ¿De que hablarían?. ¿En que idioma? Morente recuperaba los temas que Leonard Cohen había pedido prestados a Lorca para devolverlos de Nueva York a Granada, y con el envoltorio sonoro de Lagartija Nick, creaban el monstruo que removió los cimientos musicales de aquel momento. Por supuesto de manera subterránea.

Pasaron cinco años hasta que lo pude ver en directo. En Barcelona, durante la semana antiglobalización que culminó con una gran manifestación, que violentamente dispersada volvía a congregarse a los pies de Montjuic para ver al maestro. De negro, en un escenario enorme y oscuro, que él solo llenaba antes de que la batería y los dos bajos, que por entonces llevaban los Lagartija, me dejaran sin aliento en Omega. Riesgo

Un Enrique Morente joven publicaba un disco de cantes viejos allá por el 67, para sus comienzos se fue a por palos del pasado, "siguiriyas", "peteneras", "mirabrás", "cantos de Frasquito Hierbabuena". Ese respeto por lo clásico fue una constante en su carrera y así la ultima vez que le ví en Madrid, en la última vuelta que se dió con Omega, comenzó con una rueda en la que estos cantes se superponian y nos trasladaban a  fotos muy antiguas de maestros del pasado. Tradición.

Nunca dejé de ser "camaronero", pero hoy también soy "morentiano". ¡Por supuesto! Y siempre, cuando se apagaban las luces, cuando se hacia el silencio y arrancaba el primer quejío de su garganta. Emoción.



Adiós, maestro.
Por Makea

Enrique Morente, el primer y único día que te vi en directo fue en septiembre de 2008, en Rivas. Tú venías con la Orquesta Chekara Andalusí de Tetuán a recrear esa tríada de tradición arábiga, raíz andalusí y flamenco renovado que nos puso los pelos de punta y levantó con un torrente de voz y arte el viento fresco del final del verano en una noche difícil de olvidar.

Te conocí bastante antes en mi casa, por un CD que llegó a mis manos y que nunca logré devolver: Enrique Morente en la Casa Museo García Lorca de Fuentevaqueros. Leí ese título y me interesé… lo escuché y me atrapó. Después escuché Lorca y finalmente llegué al Omega después de tanto oir hablar de él. No fue el recorrido lógico para conocer tu obra, Morente, pero al final te conocí, completé las piezas del puzzle que me faltaban y te quise.

Te has ido muy pronto, con muchas cosas que enseñarnos aún. Adios Morente, adiós maestro.



El principio de los recuerdos.
Por djm.

Cuando se va uno de los grandes, lo sientes. Pero cuando se va uno de los artistas que más te han marcado y que más te han enseñado a querer y respetar la música, te desgarra.

Y es que a través del Omega, de noches en vela escuchando "Manhattan" y queriendo bailar vals, aprendí a conocer a Morente y todo lo que era capaz de hacer. Un cantaor con mayúsculas, pero también un hombre inquieto, sin límites, que derribaba barreras y al que no le importaba arriesgar.

Muchos episodios de mi vida están asociados a sus discos, a sus conciertos, y es por ello que ahora me quedan esos recuerdos para rememorar una y otra vez las sensaciones que me producía su cante.

Siempre formará parte de nuestras vidas, y cada vez que escuchemos de nuevo sus discos, no podremos más que esbozar una sonrisa al saber que tuvimos la gran suerte de conocer su obra.

Gracias Enrique.



La cara "B".
Por JaviKaos

No me gusta el flamenco, nunca me ha gustado. He intentado profundizar, he escuchado todos sus palos, y me sigue sin convencer. En general, las fusiones de flamenco no me llenan, ni Triana, ni Chano Domínguez, ni Veneno, ni Ketama son referentes para mi, aunque sé reconocer su mérito.

Hace 13 años me llegó la noticia que uno de mis grupos favoritos, Lagartija Nick, había grabado algo con un cantaor flamenco y era muy bueno. Terminé grabando las canciones con Lagartija Nick en la cara "A" de una cinta de 90 minutos y el resto en la otra. El disco me gustaba, pero solo por una cara, la otra la pasaba siempre para alante.

Un año y medio después pude ver Omega en la ciudad en que se fraguó el proyecto. Evidentemente Granada es una ciudad especial, y más para la música. El caso es que el concierto me pareció alucinante. No fué por la puesta en escena, ni por los musicazos que había, ni por que Lagartija Nick estuviera sobre el escenarario. Allí arriba había una voz que transmitía, que tenía una intensidad que yo hasta entonces no conocía. En su caso el estilo de música era lo de menos, había conseguido romper esa barrera para crear su propio lenguaje, un lenguaje universal, como Dylan.

Desde entonces comencé a escuchar la cara "B" de la cinta, y al recordar esos temas en directo, aún podía sentir la vibración de aquella tarde.

He podido disfrutar de la intensidad de su directo dos veces más y he sentido la energía de una voz única. Y por suerte la energía ni se crea ni se destruye, ha logrado transformar a muchos profanos en creyentes de la música, fuera de etiquetas, estilos y convenciones.



Nuestro hombre de negro.
Por Joven Frodo

Allí estaba yo en Montjuïc, petrificado por la presencia escénica de ese señor del que ni me sonaba el nombre; un hombre vestido de riguroso negro, imponente como un titán y escoltado por una nutrido grupo de percusionistas daba comienzo a una de las experiencias musicales más reveladoras de mi vida.

Negu Gorriak cantaban «sustraiak, rock, rap, reggae» («raíces, rock, rap, reggae»). Parafraseando, yo siempre decía «raíces: rock, punk, ska; Nirvana, Sex Pistols y Kortatu». Esos eran mis grupos de cabecera. Así que por entonces yo no escuchaba flamenco. No era virgen, no obstante, había escuchado cosas de Lole y Manuel, Luis Marín y El Cabrero, pero más por militancia que por el placer de escuchar. Y ese concierto de Morente, primero solo, luego acompañado por Lagartija Nick, me abrió la cabeza como una certera pedrada. Fue violento, diría. Y tan impactado quedé que fue contando mi «descubrimiento» a todo el que me escuchase. Rápidamente me hice con una copia de Omega y empecé a investigar. Hoy, todavía no he parado.

Como muchos otros de mi generación, me consta, escucho flamenco gracias a Enrique Morente. Igual que, también me consta, muchos de mi generación escuchamos country gracias a Johnny Cash. Aunque ideológicamente dispares, los dos prefirieron estar del lado de los que menos tienen. Ambos, maestros indiscutibles. Los dos, grabados a fuego. Ambos, hombres de negro.

Mierda... os echo de menos. Os quiero de vuelta.

4 comentarios:

Mordor Sonoro dijo...

Remato con una frase que escuché durante el especial de radio3, y que si digo la verdad no me llegué a enterar de si la dijo Morente de Lorca, o alguien refiriéndose a Morente, pero que da igual, porque vale para cualquiera de los dos:
"Tardará mucho tiempo en nacer, si nace, un andaluz tan claro, tan rico de aventura"
Adios Maestro.
Alk

Aperiblog dijo...

muy sentido homenaje mordor, es triste pero cierto, se nos ha ido el más grande. Es triste de verdad, porque si bien es cierto que a todo el mundo le llega su hora, a algunos les debería llegar más tarde que a otros no sólo por lo que se merecen vivir, sino más por lo que han hecho y por como son. Se nos ha ido Enrique Morente, inesperadamente y así estamos hoy, cojos, mancos y tuertos de corazón, porque si había un grande, un maestro de la vida, del saber vivir, del aprender y del enseñar era el maestro Enrique Morente y no hablamos sólo de su arte sino también de todo lo que dentro de él había, como persona, agradecida, fácil de trato, amable, gran compañero de trabajo y de fiesta, padre, abuelo compañero, amigo, las palabras nos faltan y la rabia de pensar que no le escucharemos más en viva voz, nos reconcome por dentro, pero algo queda y en su caso es infinito... del mejor aprendiz uel mejor maestro, adios Enrique, siempre en nuestros corazones.

tyraito dijo...

Gracias por compartir vuestras experiencias, he disfrutado leyendo. Yo descubrí a Morente muy tarde, tuvo que abrirme los ojos mi hermano 5 años mas pequeño que yo,pero si de algo me alegro es de que lo podré escuchar cuantas veces quiera y podré descubrir su obra tranquilamente.

Un saludo.

Curro del Realejo dijo...

Buen Blog y buenas palabras para un gran artista y mejor persona. Los que tuvimos la suerte de verlo en directo no lo olvidaremos nunca. Salud-os cabales a la gente de Radio Vallekas
Nuestro homenaje al maestro en www.extampasflamencas.com