23 enero 2009

La parejita de moda del folk - The Dutchess and The Duke

No. No son She & Him. Para mí, la parejita del año han sido Kimberly Morrison y Jesse Lortz, más conocidos como The Dutchess and The Duke. She's the dutches, He's the Duke es su álbum de debut, precedido por un single editado en 7" del que corrieron ríos de tinta.

No son grandes cantantes, no son virtuosos de la guitarra y no quieren redimirse ni salvarnos de nada. Sin pretensiones y a su bola. Con buenas ideas y melodías (tanto vocales como instrumentales) muy originales. Así es como salen los grandes discos. Canciones que parecen de otra época y que generan evocadoras imágenes al escucharlas. Tan pronto puedes estar en el Village neoyorquino que alumbró a Bob Dylan como verte en una plaza medieval con trovadores cantando dulces melodías.

La grabación es totalmente lo-fi. Grabado en un ocho pistas despide un sonido muy natural y sencillo a la par que fresco y tremendamente magnético, que parece propio de un grupo de amigos divirtiéndose alrededor de un fuego. Y aunque no lo parezca, aquí caben guitarras de todo tipo (eléctricas, acústicas y de 12 cuerdas), flautas, panderetas y maracas.

Él, el Duque. Ella, la Duquesa (Foto © Andrew Waits, de aquí).

Y no paro de preguntarme qué hubiesen grabado de haber querido utilizar un estudio con todo su potencial. Y es que, en esta ocasión, aunque el sonido austero sea una baza a favor hay canciones que piden a gritos arreglos y más producción. ¿Darán el paso en su siguiente álbum? De hacerlo, ¿dejarían de estar bien vistos en su mundillo underground? ¿Molarían menos? ¿Serían menos auténticos? Casos similares se han dado, por ejemplo, con Dr. Dog, cuyo salto a las grandes canciones no fue bien visto por sus primeros fans (aunque sus dos últimos trabajos sean una maravilla). Y es que parece que no hemos aprendido nada desde 1965, cuando aquel 25 de julio un joven ídolo folkie se atrevió a usar una banda de rock para acompañarle en directo en festival Folk de Newport...

Independientemente de todo esto, no deja de sorprenderme como un disco así ha podido pasar tan desapercibido, máxime cuando Mark Arm y Steve Turner no se cansan de decir maravillas de ellos.
Joven Frodo

No hay comentarios: