10 noviembre 2010

Reseña de Gentuza, el nuevo discazo de Motociclón.

Poco más de un año después de editar el estupendo Costras y tachuelas, vuelven los Motociclón con un nuevo retoño entre las manos titulado Gentuza, que como ya anunciamos aquí, está editado en vinilo por Beat Generation, siendo novedad que esta vez es Maldito Records la encargada de editar el disco en formato de CD.

El grupo bandera del extrarradio madrileño vuelve otra vez a la carga, con los ánimos renovados y los zurpos preparados para seguir trinchando ojetes, cargando contra la estupidez con diez nuevos himnos de furia guitarrera y lengua afilada, hastiados de caminar entre tanta gentuza; entre picoletos, empresarios y politicastros, entre los listos de turno, los antifas de pastel y las explotagüebos, calaña que no es más que carne de recortá y que mejor terminan sus días tirados en un descampao, por bocachanclas y esquiroles. Canciones que son auténticas crónicas quinquis, que sólo pueden ser escritas por quienes han chupado barrio desde chinorris, por quienes han sorteando a los travelos para poder echar un polvo («Comiéndote el ojal en un 127 abandonao»), han visto batallas campales más chungas que el duelo de O.K. Corral («Poblao calé on fire») y han pasado días de resaca entre Almax y paracetamoles («domingo katacroker»).

Motocilón: los hijos bastardos de la Trapera y los Maiden posan para Mordor en El Grito (Usera). Foto de Alk, Mordor Sonoro Webzine.

Musicalmente ya sabemos donde están; destilando ese heavy punk que se mueve entre Thin Lizzy y Cicatriz, entre Judas Priest y la Trapera, siguiendo la estela de Costras y tachuelas, quizá con un sonido un poco más limpio y pulido, pero donde siguen teniendo cabida letras memorables, riffs brutales y solos de fliparlo, llevados al runrún de la base rítmica más versátil que hay hoy en los Madriles (con permiso de Los Coronas/Sex Museum), que dejan los temas más guapeaos que un gitano en un día de bodorrio.

Sabemos que no van a aparecer en las radiofórmulas ni en ese bodrio televisivo que es el programa de Pablo Motos. Si existiese algo de justicia divina, ellos estarían allí; pero amigo, a dios gracias, el barrio tiene sus propias reglas y se rige por leyes ajenas a las de la mercadotecnia. Y la gente del barrio, perros viejos con mucha calle encima, sabe que grupos como éste son necesarios y que hay que seguirles con la devoción que merecen. Y allí, entre su gente, Motociclón son los jefes. Y punto.

Joven Frodo

Publicado originalmente en Record Collectors Are Pretentious Assholes, el blog del Joven Frodo.

2 comentarios:

César Alcapone dijo...

Chula la foto.

Mordor Sonoro dijo...

¡Gracias! Tenemos artistas gráficos que no nos los merecemos, je, je, je... ¡Gracias por comentar!