Ya está en el barrio el rock de callejón de Costras y tachuelas, segundo largo de Motociclon

¡Albricias y zapatetas! ¡Por fin podemos escuchar el segundo pepinazo de Motociclón! Con el explícito título de Costras y tachuelas, el disco ha salido a la calle coincidiendo prácticamente con el quinto aniversario de esta banda madrileña.


El nombre del disco, de nuevo reivindica el punk y el jevi desde el lado más macarra. En lo musical un flashback tras otro nos lleva al rock ochentero. Con la cabeza más puesta en el jevi que en el punk, donde Thin Lizzy le gana el pulso a Motörhead (en palabras del propio Robertez), Motociclón han parido un disco con un punto melódico más acusado que en sus anteriores trabajos. Buena muestra son los riffs de «Compadre» o «El pico». Esta última, además, es un homenaje al cine hiperrealista ochentero y a las pelis de Eloy de la Iglesia (al igual que en su anterior trabajo homenajeaban a la peli de The Warriors: esta vez el homenaje se viene al cine de los barrios de Madrid).

Pero nada hay que temer, los ciclones no se han domesticado y siguen sonando duros y rápidos cuando toca: entre callejones y con aire de descampado nos encontramos con auténticos temazos del rock que nada tienen que envidiar a los ya clásicos de su primer disco Himnos de extrarradio. Así nos encontramos con temas como «Yumas pisando pijos», que relata las aventuras de una especie de superhéroe del barrio que elimina pijos con sus calzos. Aunque para aventuras las del «Comecuellos», que tuesta la oreja al primero que pilla o del pobrecillo que esa noche no ha ligado y queda condenado al «Onanismo obligatorio».

A destacar que en el tema «Superviviente de la generación maldita» colabora el mismísimo Morfi Grei (de La Banda Trapera del Río) y que fue presentado a la parroquia madrileña en el concierto homenaje a la Banda Trapera que se celebró en noviembre pasado. «El aquaplast del amor» es una versión (ya un clásico en su repertorio, de sobra conocido por los fanes del barrio) de «High dimension is the direction», del álbum de debut de los grandes Green Manalishi, ya un clásico en su repertorio y en la que Trash nos regala unos punteos acojonantes que son de lo mejorcito del álbum.

En la descacharrante portada, obra de Screamin' Mario Loco (de Muletrain), una Flying V hace sufrir a un joven con aspecto peperillo con su camisita de cuadros, sus gafitas de pasta, su jerseycito rosa anudado al cuello y una cara de palomazo del copón, con gesto de no haber jiñado en cuatro días.

Grabado por Miguel Lorenzo en el estudio Influx Records bajo la producción de Adrián Ceballos (Rip KC) quien ya produjo el primer trabajo del Ciclón.

Editan Rock Is Pain y Beat Generation y lo tienes disponible en CD y vinilazo, como el punk manda.

Makea y Joven Frodo

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