¿Qué decir de Rojo Omega? Pues bueno, yo no tenía un recuerdo muy nítido del año anterior y cuando empezaron me sorprendí: «coño, suenan muy bien, que raro que no acuerde de esto…» Roc’n’roll crudo, sucio y muy potente, pero a la media hora acabas un poco harto, la verdad. Yo creo que por eso no me acordaba. Y es que los chavales de Rojo Omega (que tocan muy bien y suenan como un cañón, la verdad sea dicha) terminaron por aburrir, todas las canciones acaban sonando igual, tanto en el plano estrictamente musical como en las letras. Así que la sensación de «esto ya lo he oído» planea constantemente a partir de un rato de concierto. Eso sí, tocaron unas cuentas versiones que nos gustaron bastante, sobre todo las de Ramones y AC/DC. Tienen que evolucionar un poco, que maneras las tienen (y muy buenas).
Y llegó el plato fuerte de la noche: Los Chicos, que dieron un nuevo conciertazo, con algún que otro incidente. Para empezar, salieron muy pedo. No salieron con la tajada habitual, esta vez salieron MUY pedo. Ya avisó el cantante de Rojo Omega al empezar la jarana: «¡aquí va pedo hasta el apuntador!». Y, ¿cómo es posible que yendo tan pedo toquen tan bien? Pues porque son podidamente buenos, claro que sí. ¿Que a Rafa se le olvidaron un par de letras? ¿Que se pegó un piñazo descomunal al caerse de uno de los altavoces? ¿Qué entró mal en un tema? Qué mas da, son puro espectáculo, son carne de escenario, y esos pequeños fallos no empañan el buen sabor de boca que nos dejan a los de Mordor Sonoro, sin excepción.
Salimos encantados, claro.
Joven Frodo
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