«Arriba parias de la tierra...»
Rage Against The Machine es un grupo al que se puede criticar fácilmente. Lo primero que se les suele echar en cara, por evidente, es lo de su compromiso político de cartón piedra. Dando conciertos con su actual caché (según dicen por encima del medio millón de dólares) y vendiendo camisetas a 25 euros es fácil ser revolucionario. Así, que en medio del concierto sonase «la Internacional» (dedicada a José Saramago) podría tomarse como un mal chiste. Yo, sin embargo, me emocioné.
Otro asunto es ya cuando entramos en criterios estrictamente musicales. Muchos hablan de ellos como de un grupo inmovilista y que aportó poco al desarrollo del rock en los 90. Sí, sus cuatro álbumes son calcados en cuanto a sonido, pero lo segundo es bastante discutible. Podríamos hablar largo y tendido de lo que significaron RATM en el contexto del rock de los 90, pero, aunque dentro de lo que se ha llamado crossover los hubo mejores, no se puede negar el gran calado que tuvieron los de Los Ángeles durante, al menos, la primera mitad de la década. Pero es que además el primer álbum de RATM es un puto discazo, un álbum redondo de principio a fin. Once temas sin ningún desperdicio y que todos hemos escuchado miles de veces (que levanten la mano quienes no tienen, al menos, una cinta con el Rage Against The Machine grabado) y con los que hemos botado de lo lindo en cualquier bareto en el que sonasen.
Así que los Rage lo tenían fácil para triunfar en su pase en el Optimus Alive. Con limitarse a tocar el primer y el segundo disco el éxito estaba garantizado, máxime si tenemos en cuenta la expectación que habían levantado (el primer día había muchísima gente con camisetas de la banda). Y a pesar de que con eso lo tendrían todo ganado, los de Los Angeles huyeron de lo obvio y tocaron bastantes temas de The battle of Los Angeles y alguna versión de Renegades.
Hemos hablado de otros conciertazos que vimos en el Optimus Alive (Neil Young y Bob Dylan), y las diferencias entre aquellos y éste son muchas. La más importante es que los Rage tenían al público en el bolsillo desde antes de tocar el primer tema (lo mismo le pasó a Ben Harper). Para Young y Dylan la cosa no fue tan fácil. Su condición de grandes clásicos del rock hace que muchos vayan a verles más por curiosidad que por gusto y dudo que eso pasase con RATM; todos los que estaban allí querían verlos: fue el concierto más multitudinario del festival con diferencia. De ahí que para levantar al público, Young y Dylan se lo tuvieran que currar a base de clase y buenas maneras sobre las tablas.
Con todo ganado de antemano, los Rage, aunque se mostraron distantes con el público, triunfaron por todo lo alto. A los pocos escépticos se les quitó la tontería cuando, tras un arranque espectacular con «Testify», «Bulls on parade» y «People of the sun» calzaron seguidas «Bombtrack», «Bullet in the head» y «Know your enemy».Todos estábamos botando y disfrutando como enanos de un grupo que muchos no habíamos visto en su momento. Incluso algunos orcos de Mordor que les vieron hace años comentaron que éste era el concierto que debían haber visto entonces (Javi Kaos dixit). Y cuando cerraron con «Freedom» y «Killing in the name» (aquí sí que fueron obvios, pero para eso son los bises), para qué voy contaros la que se armó.
Pero, claro, no fue sólo pasear los palmitos. Por mucho que tuviesen al público entregado, hay que decir que los cuatro estuvieron estupendos y la ejecución de los temas fue perfecta. ¿Recordáis aquello de «all sounds made by guitar, bass, drums and vocals» que ponían en todos sus discos? Pues verlos en directo es constatarlo: clavaron todos los temas sin fallar ni una.
«Killing in the name»: ¿cuantes veces la habremos cantado en los bares?.
Al día siguiente agujetas en el cuello. Claro, ya no tenemos edad.
Joven Frodo
Enlaces de interés:
Página web oficial de RATM
MySpace oficial de RATM
RATM en Wikipedia | castellano | inglés
1 comentario:
Leo estas crónicas y se me ponen los bellos de punta de nuevo....conciertazo de los RATM!!!!!!!indiscutible lo bien que lo hicieron, me gustaron más que en el Electrick Weekend, y alli ya me fliparon.....volvería a verlos siempre que haga falta...ais! que recuerdos me traen!!!!!!
Perrunilla
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