Blankets de Craig Thompson

He aquí un cómic que te recuerda cómo te convertiste en un adulto un buen día y qué era aquello de enamorarse. Se trata de Blankets del autor americano Craig Thompson (Michigan, 1975).

Craig ya me desarmó completamente con su anterior obra, Adiós, Chunky Rice (1999), en la que narra de una forma sincera y conmovedora una historia que simplemente no puede suceder, y en la que los protagonistas han de enfrentarse a sus miedos e ilusiones y seguir su propio camino.

Con estos antecedentes, estaba deseando que Blankets (2003) cayese en mis manos, y una vez sucedió, sólo puedo afirmar que Craig Thompson se ha superado a si mismo, y que ha vuelto a remover algo de mi interior.

Y es que en esta novela gráfica asistimos a la infancia y adolescencia del propio Craig, criado en una población rural de Wisconsin en el seno de una familia conservadora y ultra-católica. La infancia de Craig está definida por su relación con su hermano menor Phil, por su iniciación en la religión católica a través de la escuela dominical y por el descubrimiento de su pasión por el dibujo.

A medida que el protagonista crece, también lo hace su fervor religioso, sus dudas y angustias. Es en este punto cuando aparece la columna vertebral de la historia: Raina, o el despertar al mundo de los vivos. La narración del primer amor es la que puebla las partes más sinceras e íntimas del comic en forma de viñetas que ocupan toda la página, a la vez que el adolescente grunge en el que se ha convertido Craig destierra gran parte de su bagaje católico.

Y es así como a lo largo de este comic de casi 600 páginas en blanco y negro, presenciamos el paso de niño a adulto del autor, con tal grado de intimidad que te parece que Craig podría haber sido cualquiera de tus amigos de aquella época, o incluso tú mismo.

Una historia agridulce y nostálgiga, como todas las del autor, altamente recomendable y que a pesar de su extensión se lee en dos patadas.

djm

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