Dios no está aquí es el título con el que han firmado su primer álbum, que viene de la mano de Rock Indiana (es decir, que te va a costar 5 euros, precio oficial de la disquera). Un álbum de muy agradable escucha y de nula pretenciosidad, en el que destacan las excelentes versiones (en castellano) de «El hombre que hay en mí» («The man in me», Bob Dylan), «Folsom Prison blues» (Johnny Cash; yo hubiese preferido castellanizarlo a «El blues de La Modelo») y «Barstool blues» (Neil Young). La presencia de Santi Campos es evidente en la melancolía que desprenden muchas de las letras, no en vano aporta casi todos los textos, bien en solitario o en compañía de la nada desdeñable labor de Eduardo Izquierdo, autor de la excelente «Discos de Santa Fé». Es cierto que hay algunos pequeños fallos en la ejecución, pero no se puede pedir más a una banda que apenas ensayó cinco veces antes de la grabación, en directo, del álbum. Es más, eso le da al disco cierta frescura y espontaneidad que es de agradecer.
Según contaba Izquierdo a Ruta 66, lo difícil del proyecto es darle cierta continuidad, ya que, excepto él, todos los miembros están implicados en otras bandas a las que dan, lógicamente, mayor prioridad. Prueba de ello es que la formación actual no es la misma que la que grabó el álbum: Mario Cobo (guitarra steel, The Nu-Niles), J.J. Extremera (guitarra, CosmopolitANTS), Andy Tornado (voz y guitarra) y Willy Tornado (bajo) han entrado tras los abandonos de Joe Traveller, Santi Campos y Guille Tornado. Sería una pena que, con un disco tan prometedor, la trayectoria del proyecto se cortase al poco de comenzar. Esperamos poder seguir disfrutándolos por más tiempo y de que el prometido segundo álbum sea pronto una realidad.
Por cierto, este sábado 25 de octubre actuarán en el Wurlitzer Ballroom , junto a The Freewheelin’ Tornados y The Midnight Travellers con motivo de la edición madrileña del Rock For Smile.
Joven Frodo
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