Courtney Love, viuda de Cobain, sufrió un robo a mediados de mayo en su casa de Hollywood. El objeto del hurto: ropa, joyas y las cenizas de Kurt Cobain. Love denunció el robo y declaró a News of the World a principios de junio que se era como «si le hubiese vuelto a perder», que se sentía «suicida» y que «si no lo tengo de vuelta, no sé qué voy a hacer». Está claro que a la chica le gusta el melodrama. La noticia, claro está, saltó a los medios y supongo que algunos incluso llegaron a buscar en eBay o en foros de todo pelaje.
Pues a principios de este mes se supo que la actual propietaria de las cenizas es una tal Natascha Stellmach y que tenía pensado utilizarlas en una performance sobre la muerte titulada Set me free, y que ha sido programada en la galería Wager+Partner. La gilip... digooo, la performance en cuestión consistirá en cinco actos, el último de ellos será la fumada de un porro con las cenizas del líder de Nirvana (en un lugar secreto).
Pues qué bien, espero que la señora esta se atragante o que le de un amarillo brutal. No porque sean las cenizas de Cobain (sinceramente, eso me da igual, por mí como si se las mete por el orto), sino porque ahora cualquier gilipollas llama arte a lo que es pura y simple provocación y afán de notoriedad. Si no fuese por eso, incluso me haría gracia. No estoy muy versado (menos mal) en el mundo del «arte» moderno, pero ¿será conocida esta señora más allá de este patético episodio? Prueben a teclear su nombre en un buscador de internet y a ver cuantas entradas encuentran que no se refieran a este episodio.
Lo más triste es que la tipa declara que lo hace para liberar a Cobain del «circo mediático» en que se encuentra. ¿No se le ha ocurrido nada más discreto?
Joven Frodo
1 comentario:
Que ajjjjjco tronco!!!!!
Que pava más cerdaaaaaaa!!!!!!
PUAGH!(estos si son buenos).
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