Lo reconozco, no los conocía, así que tiré de eMule y me bajé tres discos que escuché con placer: Kicked Out Of Hell, Hellucifernation y Hellbilly Storm. Los discos en cuestión me gustaron, así que me decidí acudir al que estaba seguro que sería, al menos visualmente, un buen espectáculo.
Pues sí, visualmente. La imagen de los cuatro tipos en escena es brutal, con unos maquillajes muy currados (y que les aguantaron casi todo el concierto) y una buena actitud encima las tablas.
Musicalmente fue muy correcto: se dejaron de los ramalazos más country y rockanrolleros presentes en sus álbumes y ofrecieron una sesión de punk a piñón fijo. Podríamos decir que es psychobilly, hard-twang o como cojones lo queráis llamar. Para mí era, básicamente, punk (sí, soy así de simple). Si hubiese estado bailando pogo en primera línea seguro que lo habría disfrutado mil veces más, pero preferí no machacarme y quedarme detrás. Por eso el concierto no pasó de correcto, en mi opinión. Para los que no controlábamos al grupo se nos hizo muy largo y el sonido machacante no ayudaba. Y es que en los álbumes puedes disfrutar de las guitarras y el contrabajo, pero en directo optaron por distorsionar y pocos riffs se escucharon con claridad. Guitarra saturada y base rítmica sin dar un respiro: así sonaron la hora y media que tocaron. Lo mejor fue el primer bis, en el que sonaron una versión pasada de rosca de «Bee-Bop A Lual» (del gran Gene Vincent) y «Sur Ride To Oblivion» (esa la reconocí, ya os digo que era chungo).
Musicalmente fue muy correcto: se dejaron de los ramalazos más country y rockanrolleros presentes en sus álbumes y ofrecieron una sesión de punk a piñón fijo. Podríamos decir que es psychobilly, hard-twang o como cojones lo queráis llamar. Para mí era, básicamente, punk (sí, soy así de simple). Si hubiese estado bailando pogo en primera línea seguro que lo habría disfrutado mil veces más, pero preferí no machacarme y quedarme detrás. Por eso el concierto no pasó de correcto, en mi opinión. Para los que no controlábamos al grupo se nos hizo muy largo y el sonido machacante no ayudaba. Y es que en los álbumes puedes disfrutar de las guitarras y el contrabajo, pero en directo optaron por distorsionar y pocos riffs se escucharon con claridad. Guitarra saturada y base rítmica sin dar un respiro: así sonaron la hora y media que tocaron. Lo mejor fue el primer bis, en el que sonaron una versión pasada de rosca de «Bee-Bop A Lual» (del gran Gene Vincent) y «Sur Ride To Oblivion» (esa la reconocí, ya os digo que era chungo).
Bueno, no os doy más la chapa. Fue una de cal y otra de arena. Supongo que los fans no estarán de acuerdo, pero es que ellos son fans y yo no.
JF
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