16 noviembre 2007

Rimbaud en la Casa Encendida

Ni que lo hubiese hecho aposta, vamos, pensaba poner alguna cosilla sobre Rimbaud, después de hablar el otro día sobre Los Cantos de Maldoror, y fíjate que esta mañana me entero de que hay una exposición en la Casa Encendida que cuenta con la colaboración del Musée Arthur Rimbaud y de la Bibliothèque Municipale de Charleville-Mézières, de la Bibliothèque Nationale de París, de la Bibliothèque Royale de Bruselas, y de la British Library de Londres, entre otros. En dicha exposición se da un repaso a la vida del autor, bastante apasionante por cierto, retratos del artista, fotografías, las cartas a su colega-compañero-amante Verlaine, y según decían esta mañana en radio3 textos originales, así como las primeras traducciones que se hicieron en España.
En cuanto a su biografía, podemos decir que encarna la rebeldía en estado puro, el voyahacerloquemedelaganaymeimportaujnpitotodolodemas. Considerado el enfant terrible de los llamados poetas malditos, nació y se crió en el seno de la clase media rural de Charleville, hijo de un capitán de ejército y con una madre que debía ser peor que Cruella de Ville, con lo que el chaval cada dos por tres se escapaba, hasta que con 17 añitos acepta una invitación del también escritor Paul Verlaine para vivir en Paris.
Comienzan una relación tempestuosa, buscando el “desorden de los sentidos”, vagabundean por la ciudad, y se ponen hasta el tranchete de absenta y hachís, escandalizando a la farándula parisina, lo que de alguna manera les obliga a moverse a Londres, Bruselas, etc para poder llevar su vida aparte de los convencionalismos propios de la sociedad de la época (bueno, y de casi cualquier época). Pero su relación es sobre todo autodestructiva, de modo que dos años más tarde Verlaine le pega un tiro en una estación de tren.
Rimbaud se vuelve pal pueblo y escribe “Una temporada en el Infierno”, y al año siguiente “Las Iluminaciones”, referentes del simbolismo moderno (véase el ejemplo en el poema en el que habla de “el tiempo de los asesinos”: asesino viene del árabe ash-shashahi, los hashishins -o fumadores de hachís- eran miembros de una secta musulmana fundada por Hassan Ben Sabbah “el viejo de la Montaña”, del año 1000, año mas año menos, en la que un sector de su jerarquía religiosa acometía misiones suicidas bajo los efectos del hachís. De aquí cada uno que saque sus metáforas, juegos de palabras y cambalaches diversos, pero resumiendo, la palabra asesino viene del término árabe fumador de hachís. Ahí queda eso.)

Después abandona la escritura (con 21 añicos) y comienza a viajar, primero por Europa, y mas tarde por el mundo mundial. Se enrola con el ejército holandés para viajar gratis a Indonesia, deserta, se va a Chipre, Egipto, Yemen… y termina siendo el primer hombre blanco en viajar a una región de Etiopia como comerciante, explorador y traficante de armas.

La verdad es que es sorprendente la vida de este hombre, totalmente inconformista y con esa libertad interna que permite cortar con todo lo anterior una y otra vez para llevar una vida completamente distinta, ajeno a convencionalismos o normas. Ni que decir tiene que ha influido a gran cantidad de artistas, desde Henry Miller y W. Burroughs a Jim Morrison, Bob Dylan, Kurt Cobain...

"¡Si yo tuviera antecedentes en un punto cualquiera de la historia de Francia! Pero no, nada. Me resulta bien evidente que siempre he sido de raza inferior. Yo no puedo comprender la rebelión. Mi raza no se levantó jamás sino para robar: así los lobos al animal que no mataron (...) ¡La ciencia, la nueva nobleza! El progreso. ¡El mundo marcha! ¿Por qué no había de girar? Es la visión de los números. Vamos al Espíritu. Esto es muy cierto, es oráculo esto que digo. Lo comprendo, pero como no sé explicarme sin palabras paganas, querría callar. La sangre pagana renace. El Espíritu está cerca, ¿por qué no me ayuda Cristo dando a mi alma nobleza y libertad? ¡Ay, el Evangelio ha fenecido! ¡El Evangelio! El Evangelio.Yo espero a Dios con gula. Soy de raza inferior por toda la eternidad.Heme aquí en la playa armoricana. Ya pueden iluminarse de noche las ciudades. Mi jornada ha concluido; dejo la Europa. El aire marino quemará mis pulmones; me tostarán los climas remotos. Nadar, aplastar la hierba, cazar, fumar sobre todo; beber licores fuertes como metal fundido --como hacían esos caros antepasados en torno de las hogueras. Regresaré con miembros de hierro, la piel oscura, los ojos furiosos: de acuerdo a mi máscara, me juzgarán de raza fuerte. Tendré oro: seré ocioso y. brutal. Las mujeres cuidan a esos inválidos feroces que retornan de las tierras calientes. Me inmiscuiré en los asuntos políticos. Salvado.Ahora estoy maldito, tengo horror de la patria. Lo mejor es un sueño bien ebrio, sobre la playa. "

Entrada libre: 26.10.07 - 06.01.08 La Casa Encendida Al Kachofi

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