He visto suficientes carreras de Fórmula 1 este año como para saber que tener la pole es importante. En este concierto la tenía yo. La entrada number one. Y mereció la pena.
Empezando por principio. Parece que la publicidad de este concierto no había sido demasiado buena. El día antes salió en El Mundo y El País, entre otros medios, lo que provocó una larga cola para comprar entradas, de gente a la que la noticia del concierto no les había llegado antes. Hay que leer el Mordor Sonoro oiga!!!.
Abrieron la noche los franceses La Phaze. Los conozco poco. Pocos días antes del concierto llegó a mis manos su disco "Fin de Cycle", que creo que es el último. Me gustó. El disco me acompañó unos días al trabajo y en el metro y me dio un airecillo sound system, cañero y chandalero al mismo tiempo. Mucho ruidito y abuso de programaciones. Me dio tintes de Asian Dub Foundation o incluso Massilia Sound System. Pero lo que vimos de La Phaze en la Heineken fue tres macarras rockeando a todo trapo. Mucha caña y menos ruiditos. Muy bueno. El público acabó pidiendo más y botando... y eso que eran los teloneros. La noche comenzaba muy bien.
Después de los tremendos La Phaze una pequeña pinchada de DJ Scratchy que para mí pasó inadvertida.
La sala a esa hora ya estaba petada.
Gogol Bordello arrasaron en el escenario desde el primer tema. Empezaron con "Ultimate", el que abre su último disco "SuperTaranta" y ya pusieron patas arriba la sala. A todo trapo destrozando las cuerdas de la guitarra del carismático vocalista Eugene Hutz a cada compás y avasallando a golpe de violín, acordeón, guitarrazo eléctrico o cubo metálico si hacía falta. Impusieron la ley del gypsypunkismo a la de tres.
La puesta en escena farandulera de Gogol Bordello les da un toque de macarras circenses que hizo gracia al personal, al tiempo que revitalizaba aun más si cabe, el meneo de la sala. Que si peluca roja por aquí, que si taconazos de aguja por allí, medias de fútbol, pantalones de pitillo, colmillo de oro y demás macarradas variopintas... qué cabrón, dando saltos con los tacones de aguja!!!. Pa haberse matao.
Y como colofón las componentes femeninas de Gogol Bordello atronando a base de bombo y platos!!!. Tremendo.
A mí el concierto se me hizo cortísimo y me dio la sensación de que se dejaron muchas de las buenas. Pero dejaron muy buena sensación en el público. Tenía ganas de ver a este grupo por primera vez. Y ahora... ya estoy esperando la segunda.
Y para terminar la pregunta del millón: ¿qué hacía el Conde Lecquio en el concierto?. Me lo crucé dos veces. Era él.
Gypsy Punks rules!!!.
(Las fotos las he trincado del Flickr, que, a pesar de llevar la cámara al final no tiré ni una sola foto!).
Makea
Mordor Sonoro estuvo allí.
Bueno, yo no tenía la entrada número 1 (tenía la 10) pero firmo todo lo que se ha dicho aquí arriba. Y como creo que la diversidad de opiniones enriquece las críticas, pues aquí planto yo la mía, que lo tenía en mente y se me han adelantado.
Varios de los «redactores» de Mordor Sonoro estuvimos presentes en el concierto y todos salimos con la misma sensación: fue la bomba. Y no sólo por los Bordello, ya que La Phaze caldeó bien el ambiente. como ha mencionado el arriba firmante, La Phaze se salieron. Yo no había escuchado nada de ellos (ni siquiera sabía quienes eran los teloneros), pero desde el principio pensé «esto me va a gustar». La verdad es que fueron el grupo perfecto para telonear a Gogol Bordello: actitud y fuerza era lo que hacía falta y estos tres chicarrones las derrocharon a base de bien. Ayer escuché en el programa Mestizando (de Radio Vallekas) que parecían los Clash del siglo XXI. Yo no diría tanto, pero es verdad que durante todo el concierto estuvo presente la sensación de que acabaría cayendo una versión de éstos, cosa que finalmente no ocurrió. Tremendos y poco tiempo en el escenario, aunque les bastó para hacerse con el respetable.
Y luego llegó la bomba: Gogol Bordello salieron a matar y el público tenía muchas ganas, con lo que los botes y el pogo comenzaron desde los primeros acordes. Ya avisamos aquí que su directo no era cosa de risa y esta noche pudimos comprobarlo todos los presentes. No hubo ni un momento de parón hasta el primer bis, en el que apareció Eugene solo en escena interpretando «Alcohol». Pero la canción terminó en fanfarria, porque antes de la mitad ya estaba toda la banda subida al escenario, así que, finalmente, de descanso poco. Y sí, se hizo corto (aunque en realidad estuvieron más de hora y media sobre las tablas) y quedaron algunas en el tintero. Para mí quedaron «Inmigrant Punk» y «Sally». Incomprensible que no las tocaran, pero así y todo la sonrisa con la que salimos de la sala demostraba hasta qué punto disfrutamos todos los presentes.
Uno de los conciertos del año. Chapeau.
Joven Frodo
3 comentarios:
Atención pregunta: la chavala que aparece de fondo en la foto pequeñita, ¿¿¿no es la misma guarrilla que se arrefrotaba con la columna en la parte de la izquierda del escenario y que tenia palote y/o flipando a todo el personal, incluída la zona VIP????
si es asi, que pasa, ¿es parte de la banda como estábamos conjeturando por allí???
¿va a ser la nueva tendencia de los grupos punk, gypsy punk o cyber punk del futuro???
¿¿¿en los grupos de pibas punk saldran mozuelos??? ein???
Snif snif...
Que envidia ponzoñosa...
Yo quiero un bigote de esos para Navidades...
Fdo: El del mojito
Respondiendo a tu pregunta, Sofi, creo qe si, no habia minifalda mas corta en la sala ni postura como esa.....vaya manera de calentar el ambiente...100% palotismo garantizado...y por 18 euos oiga!!!!!!!!!
Suscribo lo dicho...con- cier-ta-zo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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